Arroyo del Tiradero

Sendero del Arroyo del Tiradero o de San Carlos del Tiradero

• Acceso libre • Longitud: 1500 metros • Duración: 1 hora • Dificultad: Baja

(Las referencias están tomadas con Algeciras como punto de partida)
• Situación: Desde la autovía A-381 Los Barrios – Jerez, salimos por el punto kilométrico 77 (coincide con una salida de la vía). Pasamos por encima de esta y nos incorporamos a la antigua 440 con dirección a Los Barrios (Izquierda) y enseguida, a nuestra derecha, está la “carretera” CA-221 Los Barrios-Facinas
Una vez llegados al comienzo de esta carretera se puede aparcar y andar 9 kilómetros hasta llegar al inicio del sendero; o ir hasta allí en el vehículo. Un kilómetro antes de llegar al comienzo pasamos por las ruinas del cortijo de San Carlos del Tiradero o de las Tejas Verdes, en el lado izquierdo de la calzada, y punto donde luego finalizará el trayecto y donde hay un cartel indicativo.
El inicio del sendero está en una cancela sin señalizar –pese a lo que dicen los folletos del Parque Natural- a la izquierda de la calzada y en medio de un impresionante quejigal (Un kilómetro después del cortijo). Estos árboles son una variedad autóctona de roble y están cubiertos de musgo, plantas trepadoras, hiedras y helechos. A los pocos metros de internarnos en el bosque si hay un cartel con información del
lugar. Bajamos hasta el arroyo y giramos a la izquierda siguiendo la vereda, ya que caminar fuera de esta es muy complicado. El ambiente es muy húmedo y es aconsejable llevar unas buenas botas en lugar de calzado deportivo, en especial en tiempo lluvioso. Durante el trayecto, acompañando al cauce se ven, además de quejigos, alcornoques y brezos. Al final nos separamos del arroyo que siempre ha discurrido por nuestra derecha y giramos a la izquierda subiendo hacia la carretera y llegando a esta junto al citado cortijo del Tiradero.
Si se hace el sendero empezando por el final y recorriéndolo en sentido contrario, hay que tener en cuenta que nos vamos a encontrar un pequeño arroyo que nos puede confundir, ya que no es el que da nombre al sendero, y hay que cruzarlo girando después a la izquierda.
Es un lugar muy húmedo, representativo del bosque en galería, muy interesante y al que vale la pena volver.
La lastima es que las fincas particulares y los cotos de caza no dejan ver y aprovechar todo el esplendor de este espacio natural.