El día 20 se celebró la 31 edición de la Media Maratón Sevilla-Los Palacios. El tiempo amenazaba con lluvia en unas páginas web y en otras no, así que decidí hacer caso a las segundas. Afortunadamente acertaron, ya que no me gusta demasiado correr con frío y agua, y menos después de hacer 170 kilómetros de coche con los limpiaparabrisas funcionando.
De los habituales amigos que solemos vernos en estos lios solamente estábamos Julio P, Marcos y yo, ya que los demás tenían cada uno una complicación.
El cielo estaba despejado pero la temperatura andaba entorno a los 3 ó 4 grados, mucho frío para andar en camiseta y calzoncillos.
En mis últimos entrenamientos andaba haciendo 2:09 o 2:10, por lo que esperaba que en la media podía estar muy cerca de bajar de 2 horas, aplicando el sistema Galloway de 5 minutos de carrera y 1 andando, y para mi (desagradable) sorpresa comprobé que, además de ir cansado, hice un tiempo de 2:20.
Viendo las cosas desde el punto de vista optimista las conclusiones son: 1 Que el maratón es una prueba que hay que tomarse muy en serio; si en medio acabo tocado, en uno entero ni te cuento. 2 Que algo del sistema Galloway estoy haciendo mal, y debo darme prisa en remediarlo.
En cualquier caso todas las experiencias son positivas, y lo que no te mata te endurece, como dijo Nietzsche.
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